martes, 25 de agosto de 2009

ALGUNOS CONCEPTOS BASICOS
(La información presentada en este blog es extraída del libro “La Música precolombina: Un debate cultural después de 1492” del escritor y crítico musical Enrique Martínez Miura.)


¿Qué es la Lirica?
La palabra "lírica" define todo aquello relativo o perteneciente a la lira, o a la poesía propia para el canto. Sus orígenes son griegos: se trataba de aquella poesía que no estaba destinada a ser leída, sino a ser recitada ante un público por un individuo o por un coro, acompañado de algún instrumento de música, principalmente de la lira. Actualmente se utiliza dicho concepto para definir uno de los tres principales géneros poéticos, que comprende las composiciones de carácter subjetivo, y en general, todas las obras en verso que no son épicas o dramáticas.

La poesía lírica se caracteriza por la polimetría, la musicalidad y porque su temática principal son los sentimientos personales del individuo, del poeta: sus ideas, sus afecciones, su intimidad.




¿Qué es la épica?
Entendemos por poesía épica aquellos versos destinados a cantar las hazañas de un héroe o de una colectividad, que se cultivó en Europa durante la Edad Media (siglo VIII hasta el XV).

Sobre los orígenes de la épica, existen fundamentalmente dos teorías.

Los denominados tradicionalistas defienden el origen de la épica en el Mester de Juglaría (el oficio de los juglares). Los juglares, en el repertorio de cantos que realizaban para entretener y divertir a la gente en actuaciones públicas, tanto en las plazas, las romerías, los lugares recreativos del momento, o los atrios de las iglesias, incluían el cantar de las hazañas de un determinado personaje del momento o histórico, o de un pueblo. Estos modos de diversión pública ya tenían lugar en la antigüedad clásica o entre los musulmanes, con figuras similares a la de los juglares. Los tradicionalistas opinan que son las prácticas juglarescas -herederas de las tradiciones clásicas y antiguas- las que provocan la aparición de la literatura neolatina y, como consecuencia, de la épica. El juglar es entendido como poeta y, al mismo tiempo, intérprete de la obra, y conocedor de la técnica literaria como parte de su formación cultural. Es decir, el término juglar para nada es sinónimo de inculto, sino de diversión.

Como contrapartida a los tradicionalistas están los individualistas, quienes defienden el origen de la épica en el Mester de Clerecía (el oficio de los clérigos). Los clérigos eran los hombres poseedores de la cultura -en el sentido más amplio de la palabra- de la época y, por lo tantos, tenían la posibilidad de conocer los hechos históricos y reflejarlos por escrito (hecho que ocurre algo más tarde). Los individualistas creen en que son autores concretos los iniciadores de los poemas épicos, y no una colectividad. No dudan de que los clérigos utilizaran a los juglares como medio de difusión de la cultura.

Es necesario señalar que, sea su origen juglar o clerical, las intenciones que tuvieran cada uno de ellos -dado sus oficios- debieron ser distintas: el juglar, divertir; el clérigo, adoctrinar.

El juglar, como profesional de la diversión, actuaba frente a públicos de distintos tipos y niveles culturales, lo que provocaba que los poemas memorizados debía adaptarlos en cada momento, en un sentido orgánico de la creación, para ser aceptado por los espectadores, y no sufrir el rechazo. Esto implica que estos poemas no tenían, en sus principios, ni la uniformidad ni la conservación que tiene la literatura actual. Los poemas épicos estaban afectados tanto por la renovación continua como por las tendencias y modas literarias de cada instante, hasta que empezaron a aparecer los primeros documentos escritos de los mismos (aproximadamente en el siglo X).

El clérigo buscaba el adoctrinamiento utilizando leyendas e historias, en su afán de la atracción de los peregrinos y fieles a sus pensamientos. Existieron, incluso, clérigos vagabundos, juglares, que iban de boca en boca alimentando esta práctica de la publicidad de la poesía épica.

Probablemente ninguna de las teorías fueran erróneas y se produjera una coexistencia de ambos orígenes, que generaron el nacimiento de este arte románico, cuyo conocimiento y disfrute es esencial para todos aquellos que quieran conocer el nacimiento de nuestra literatura.



¿Que es la divinidad?
La divinidad y lo divino son términos de uso muy extendido, aunque su significado no esta claramente definido, y no es un sinónimo perfecto del concepto de deidad ni del de Dios.

La expresión lo divino es usada de manera variable en distintas confesiones y creencias, e incluso entre diferentes individuos dentro de una misma fe, para referirse a un poder transcendental, o a sus atributos y manifestaciones en el mundo, y aunque puede, no tiene por qué presuponer la existencia de diversos dioses o de un único Dios absoluto.
Esta diferencia entre divinidad y deidad se puede ilustrar haciendo alusión a la visión cosmológica de alguna religión no teísta, como por ejemplo el budismo, donde, mientras la divinidad es entendida principalmente como la ley que gobierna el mundo, de manera infinita y eterna, las deidades son mortales, aunque su longevidad se mida en millones de años, y no tienen el poder de ir contra esa ley suprema.




SISTEMAS MUSICALES Y LA LIRICA


La aparición de la lirica se hace posterior a la épica, estos géneros no poseen límites identificables en las prácticas literarios musicales de las culturas precolombinas, el lirismo que es la expresión poética y exaltada de sentimientos personales, de pasiones; es, por ejemplo, lo que hacen los románticos en sus poemas cuando hablan de amor, muerte y angustias, de esta manera, otra forma surgió de los cantos religiosos, en un principio solemnes y poco a poco se centraron en un sentimiento hacia lo espiritual y cada ves mas individual. De esto desprende una rama la divinidad.

Los grandes temas, constantes en las literaturas de todas las civilizaciones, aparecen en los poemas de los cantos mexicas; el erotismo, las preguntas sobre la condición humano y sobre todo, de formas recurrentes, el lamento y la incomprensión por la brevedad de la vida. Todo esto se da a través de las tradiciones que pasaron de generación en generación a la cultura tolteca.

Las culturas precolombinas buscaban un pensamiento mas claro en la reflexión de la humanidad como la tenían en Occidente que se conoce con el nombre de filosofía, se dice que quizás los mayas conocieron también estos cantos de orientación meditativa. El inicio de este tipo de cantos podría encontrarse en la necesidad educativa y de moral social de las tradiciones de unas máximas de sabiduría, que habría pasado de los más viejos a los jóvenes de la comunidad.
En estas comunidades se reunían en medio de un instrumento llamado huehuetl, los poetas, filósofos, famosos del reino, que de ordinario cantaban cantos de sus historias, sentencias etc., estos cantos tuvieron varias formas de transmisión, como el caso concreto del maestro y el alumno.
Todos los cantares de estos son compuestos por unas metáforas, que son admirables sentencias así en lo divino que componen como en los cantares humanos.

Uno de los poemas, más extensos hacia 1490 fue “dialogo de flor y canto”, conservado en náhuatl, este es perteneciente a los más refinados de la literatura mexicana, donde el autor exalta su profesión, planteando incluso la pregunta de si será el canto lo único verdadero sobre la tierra. Otra parte importante son las alusiones a instrumentos a y voces, que en clave poética establecen la presencia de canto y repique en la cultura azteca.

Uno de los artistas anónimos se hizo varias preguntas:
¿He de irme como las flores perecieron?
¿Nada quedara de mi nombre?
¿Nada de mi fama aquí en la tierra?
¡Al menos mis flores, al menos mis cantos!

La muerte es importante, marca en efecto, el clima general de la lirica Azteca. Esta música posee un efecto anímico que da un valor intercultural donde se experimentan sensaciones. Había cantores idolatras que hacían que tal canto fuera triste igual que su son y su baile.

En la cultura Inca la mayor parte de sus cantares era de pasiones amorosas. Garcilaso establece una relación directa del cantar primitivo del laboreo con las prácticas posteriores más artísticas.
Es importante el pasaje de la fuente porque hubo cambios significativos en las cantos andinos: utilizaban el canto para acompañar el trabajo, hacia la expresión épica o la alabanza a la divinidad, también se introducen el lirismo amoroso o la chanza.
El haylli, transformado en himno sacro, y el taqui solo podían ser entonados por miembros de la nobleza. Mientras que las muestras mas bajas de la lirica erótica, el arahui y la cuasgua, seria las propias de la población.

El arahui era un canto pasional que el pretendiente dirigía a su elegida, mientras que la cuasgua tomaría la apariencia de un canto de corro, ampliando su contenido no solo amoroso si no populares. Hay una hipótesis que dice que las mujeres llevaban la iniciativa del canto mientras que los hombres respondían con una suerte de estribillo.







CANTOS SACROS
Posiblemente fueron los primeros en darse como modelos artísticos en las culturas americanas prehispánicas.
Se basaba en el supuesto bienestar de los dioses el sentido mismo de la existencia humana, los cantos encaminados a acentuar la eficacia del rito o q contuviesen en si mismo la alabanza a las deidades debieron de darse desde los primeros tiempos en q se constituyeron estas comunidades en cuanto accedieron a la civilización.
La expresión personal de la lírica acarrea implicaciones religiosas y aun la épica se orienta hacia la divinidad. La mezcla capacita hasta cierto punto al estudioso para hablar de lirismo religioso
Casi todos los cantos y bailes tenían su razón de ser en la religiosidad. Naturalmente, se enfrentaban aquí los religiosos, empeñados en una misión evangelizadora, con algo q era el centro mismo de lo q entendían como idolatría. Los cantos por lo tanto tenían lugar no solo en los templos sino también en otras partes. Se elevaban con cierto nivel artístico inclusive para alguien no perteneciente a la comunidad observada.